Tu fin y su valor incalculable
Nunca se sabe lo que el tiempo
tiene preparado para nosotros. Un día estamos arriba y otros, abajo. Pero ante
los ojos de la gente unas veces somos “algo” y otras, unos simples fracasados.
Es una pena que no se valore el
esfuerzo de algunas personas tanto cuando llegan a donde quieren como cuando
no. Sobre todo cuando no llegamos a donde queremos, porque es cuando más
necesitamos que nos valoren, ya que después de poner todo nuestro esfuerzo en
algo, si al final no obtienes un buen resultado o al menos aceptable, se te
puede caer el mundo encima.
Al fin y al cabo, esto es ley de
vida. Por muchos consejos que se den, nada cambiará, porque son muchas personas
en el mundo. Así que hablemos del tiempo.
¿Cómo definir la palabra “tiempo”?
Tiene muchas definiciones, algunas más complejas que otras, pero todo depende
del contexto. Por lo que hablaremos del tiempo vivido, de la duración de las
cosas en la vida.
Cuando comenzamos algo, da igual
el qué… Si no tiene un fin, nosotros no se lo ponemos, pensamos que va a ser
eterno. Aunque por desgracia, en la mayoría de los casos, no es así. Siempre
hay obstáculos que hay que superar, sean más fáciles o más difíciles de
afrontar. Lo triste es que muy poca gente llega al fin o ni siquiera a la mitad
del camino. O lo que es peor, ni lo intenta.
Es tan grande la vaguedad y el
poco entusiasmo de algunas personas que no son capaces de lograr ni lo que
quieren. Porque por desgracia, con solo decir que quieres algo, no se consigue.
Hay que luchar por ello.
Para
conseguir algo hay que hacer todo lo posible sin importar lo que cueste o lo
que tengas que hacer para lograrlo. Y mucho menos, hacer caso de lo que diga la gente. Porque
te aseguro que cuando llegues donde quieres, la felicidad que tendrás será la
recompensa más grande que todo el esfuerzo que has puesto para llegar a tu fin.
Y sobre todo, te dará igual lo que digan, malo o bueno, porque tus propósitos y
su realización exacta tienen muchísima más fuerza que un simple comentario de
alguien que quizá no te conoce del todo, y en ocasiones, nada.
Te quiero.
ResponderEliminar