Realidad y solución
Todo viene. Al igual que todo se
va.
En la vida, todo da vueltas y
vueltas, nunca sabes dónde y con quién acabarás. Mientras tanto, te mantienes
en un constante giro inevitable. Mientras giras y giras… sientes miles de
emociones: felicidad, tristeza, rabia, emoción, miedo, preocupación, incertidumbre,
enfado…
Todo esto va ligado a ciertas
personas que provocan estos sentimientos, ya que sin ellas serían imposibles.
Hay personas que vienen, se van, vuelven… y realizan ese giro que en ocasiones
puede llegar a marear un poquito. Hay personas, por no decir la inmensa
mayoría, que no se dan cuenta de esos giros y sentimientos que provocan, aunque
a ellos también les pase. Solo son capaces de darse cuenta un número reducido
de personas que piensan en la realidad de todo. El resto vive en una pequeña
burbuja, aislados del mundo, sin pensar en nada ni nadie… y así nos va.
Es realmente sorprendente como
alguien puede llamar “amigo” a otro, cuando luego no se comporta como tal. Al
igual que es realmente increíble que ese amigo lo pase mal o tenga problemas
por las malas acciones del otro.
Y en realidad… ¿existen los
amigos?
Una gran persona una vez me dijo que
los amigos no existen, porque al final siempre se acaba solo. Yo no pienso
igual… Pero tampoco creo que haya muchos amigos, ni mucha gente que te quiera.
Al final, en esta vida, te quedarán algunas personas, pero no se pueden esperar
muchas.
Las personas vamos por la vida
con una situación idealizada que hace que nos decepcionemos y nos demos
continuos golpes. La realidad es que deberíamos disfrutar el momento con los
que tenemos alrededor y si pasa lo que quieres o deseas, muchísimo mejor, así
lograrás disfrutar más. Pero si vas pensando en lo que quieres que pase, cuando
no sea así, te llevarás un palo muy grande y lo pasarás mal.
La verdad, hablando
personalmente, vivo decepcionada con el mundo y quizá principalmente conmigo
misma por esperar mucho de algo o alguien para que luego no sirva de nada,
porque todo acaba en intento fallido.
Todo lo que escribo quizá es algo
un poco diverso y relativo, pero mi consejo es vivir sin preocupaciones y con
un toque de felicidad.
Está claro que no es nada fácil,
siempre surgen diversos problemas, pero hay que ver las cosas de una forma
diferente. Y si nosotros, las personas, le damos su real importancia a cada “problema”,
puede que nos vaya muchísimo mejor. Porque estoy segura que a partir de ahí ya
no habrá tanta tristeza por cosas insignificantes. Tan solo alguna que otra por
cosas preocupantes de verdad.
La vida fue creada para disfrutar de todo lo que nos aporta, para ser
felices y vivir el día a día, sin anclarse en el pasado, ni pensar en el
futuro.
Esta propuesta, consejo o como se
le quiera llamar es todo un reto, un desafío… incluso para mí. Tan solo hay que
ponerle un poco de ganas y empeño para salir adelante y ahí tendrás la solución
a todo y la llegada a tu meta: La
felicidad y el disfrute de la verdadera vida, bonita y placentera.
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